Justificación - Educación Agro-Eco-Visual para Florecer la Autonomía y la Vida Digna

Justificación

Este diplomado promueve la autonomía alimentaria y mediática para alcanzar la justicia económica como alternativa concreta y local para las y los jóvenes indígenas maya-tseltal del Norte de Chiapas, México. Parte de la agricultura de subsistencia ya que, como es ampliamente sabido, las mujeres son “las agricultoras de subsistencia del planeta” pues producimos “la mayor parte de los alimentos consumidos por nuestras familias” y/o que “se venden en los mercados para el consumo cotidiano” ya sea en las ciudades o en el medio rural. Se trata de mujeres campesinas, indígenas y de las clases populares sobre todo de África, Asia y Las Américas (cfr. Silvia Federici y Vandana Shiva).

Con este diplomado se busca cortar las inercias sistémicas por las que las mujeres y las y los jóvenes maya-tseltal son discriminadas y expuestos a múltiples violencias tanto en su comunidad como en la ciudad; a donde por lo general se desplazan para seguir estudiando o para trabajar temporalmente.

Para ello buscamos convertir en realidad cotidiana los derechos ganados por los pueblos originarios. Derechos tales como el estipulado desde 2001, en el Art. 2 de la Constitución Mexicana que además de reconocer la composición pluricultural de la nación mexicana reconoce el derecho a la libre determinación y en consecuencia a la autonomía de los pueblos indígenas, haciendo hincapié, en el Apartado A, en “la participación de las mujeres en condiciones de equidad frente a los varones”.

A nivel internacional, en 2007, en la Declaración de las Naciones Unidas sobre los Derechos de los Pueblos Indígenas se reconoce y otorga el derecho de los pueblos originarios a acceder a “los medios propios de información” en sus propios idiomas y sin discriminación (Art. 16, Inciso 1). Aunque ya desde 1995, en la Cuarta Conferencia Mundial sobre la Mujer, celebrada en Beijing, ochenta y nueve países se habían comprometido a promover y aumentar el “acceso de la mujer y su participación en la expresión de sus ideas y la adopción de decisiones en los medios de difusión … así como en las nuevas tecnologías de comunicación” (Capítulo 3, Acción j de la Declaración y Plataforma de Acción de Beijing cit. en ONU Mujeres, 2014: 171-172).

Pero será hasta 2018 que se apruebe, luego de seis años de gestión y negociación, la “Declaración de las Naciones Unidas sobre los Derechos de los Campesinos y otras Personas que trabajan en las Zonas Rurales” en la que se reconocen legal e internacionalmente su derecho a una alimentación adecuada, a la tierra y al agua. Sus derechos a garantizar su formación y educación (Art. 4.2.d), su participación en actividades comunitarias (Art. 4.2.f) y la generación de ingreso (Art. 4.2.i). En esta misma declaración se sostiene la necesidad de respetar la identidad cultural y el conocimiento tradicional de la población rural, así como garantizar la igualdad de género.

Como sabemos todas estas declaraciones, leyes, convenios, nacionales e internacionales son fruto de los reclamos de los pueblos y tiene que ser defendidas día a día y encarnadas por los pueblos, los Estados, los gobiernos y la sociedad civil en general para gestar verdaderas mejorías a los sectores más desprotegidos. He ahí la importancia de este diplomado, he ahí la importancia de trabajar con las y losa jóvenes mayas tseltales, en sus propias localidades y en sus propias lenguas.

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